Porque si nos damos cuenta de la obra monumental del presidente Chávez en favor de los menos históricamente favorecidos, en Venezuela y las demás naciones de la tierra, y que fue a Nicolás Maduro a quien visualizó Chávez como el más fiel seguidor de su ideología sociopolítica y de su metodología gubernativa, encaminadas a implementar, establecer y preservar en la tierra el bien común, obedeciendo las indicaciones del maestro Don Simón Rodríguez, no copiando modelos precedentes; sino basándose en los principios universales de la libertad, la justicia, la unidad y el progreso verdadero, entendiéndolo únicamente como el progreso común, que es aquel proveniente de las mismas obligaciones de producción y mantenimiento para todos, y el reparto equitativo y justo de la producción colectiva, de acuerdo a los requerimientos reales de cada quien.
Eso es lo que trae en sus manos generosas Maduro para el pueblo, por encomienda del Libertador Chávez, quien confiado se fue, en el cumplimiento de la buena gestión que habrá de cumplir su encomendero, a quien anticipadamente preparó con paciencia y tesón por largos años, por la vía de educación informal libre, que nada tiene que envidiar a la vía formal académica.
Así obtuvo su amplia formación Maduro, y la calidad de la formación por esa vía obtenida, debe ser demostrada con la práctica; mientras aquella obtenida por la vía formal académica, bástale con mostrar el título obtenido (con tal dé fondo negro). Así que nadie desconfíe pues, en la capacidad de Maduro para cumplir la tarea que el Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana y Libertador de esta segunda Independencia le ha encomendado.
Maduro viene a continuar la misma obra de Bolívar y Chávez; pero en la etapa de avanzada que a la época actual corresponde, y para actuar certera y oportunamente, ya le fue concedida desde el Cosmos la misma receptividad intuitiva que fue el bastión de Chávez en su accionar y en sus disertaciones.
Ya Chávez cumplió cabalmente su misión, continuando la cumplida por Bolívar; y su partida, créanlo o no, significa la consolidación de esta segunda y definitiva independencia, que ya nadie podrá arrebatarnos y que hace a Chávez acreedor del título de Libertador, restándole únicamente ser proclamado como tal, por la Asamblea Nacional.
Maduro triunfará con la más alta votación históricamente alcanzada por ningún candidato presidencial en Venezuela.
¡Éxito Maduro! ¡Éxito Venezuela y tus naciones hermanas!
Por Virgilio Jiménez
escribano077@gmail.com
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