Luego de leer el artículo Perú y Bolivia pactan salida al mar, publicado en este diario el jueves 21 de octubre, me animé a escribir estas líneas. Asombra saber el cumplimiento de anuncios hechos a más de 33 años de distancia, que no fueron tomados como anuncios, sino como simple producto de la imaginación futurista sobre la situación boliviana, como aparece en la página 50 del libro Así lo veo yo (El sindicalismo en Venezuela) escrito por mí en el año 1977 y publicado en la República Argentina el siguiente año, donde dice: ¿Qué necesidad tiene Bolivia de estar sufriendo por carecer de una salida al mar? ¿Es que realmente la necesita? Si es así, esta hija del Libertador bien amada, tiene su salida natural en su propio territorio ¿Para qué tiene entonces que discutir con Chile, teniendo en Perú costas marítimas? Perú es territorio bolivariano. Para el creciente escepticismo mundial esto no pasa de pura coincidencia, pero no para mí que vengo viendo el cumplimiento de muchas de las afirmaciones que he escrito hasta ahora, como las contenidas en Mundo hechizado, El ungido de Dios, y otras que se pueden obtener en
www.aporrea.org. y en el correo escribano07@gmail.com. Ya es más que coincidencia, cuando leo lo que dice El ungido de Dios sobre Siria y el Líbano, en cuanto a que, Siria tendría que desocupar todo el territorio del Líbano, lo cual ya se cumplió con perfecta exactitud, y como lo afirmado en Mundo hechizado sobre el analfabetismo, el tiempo de duración del período de gobierno y otras muchas afirmaciones que se han venido cumpliendo con sorprendente exactitud. Y a Bolivia le digo, como le fue dicho a Josué sucesor de Moisés: “No temas ni desmayes, esfuérzate y sé valiente”. Porque también recuperarás la salida al mar por el territorio que te fue arrebatado por Chile con la guerra del salitre, y al resto del mundo le digo: Toda porción de territorio arrebatado, regresará a sus legítimos dueños.
Virgilio Jiménez
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