A B R I E N D O
C A M I N O S
Hacia un Nuevo Orden de Vida para el mundo
Columna popular de:
Virgilio Jiménez
blog escribano-nuevoordendevida.blogspot.com
caracas,
mayo 3, año 2013
Como ejercer el control no viene a ser nada del otro mundo, puesto que,
con observar el quehacer de los ejecutantes ya se está controlando, y mas aún,
si se procede a ir tomando nota de lo que se vaya observando. Pero, para ello
es necesario que a quién corresponda controlar, o vigilar, esté presente;
porque si es uno de esos jefes que prevalido de su posición va al trabajo
cuando le parece, sería imposible pudiera ejercer eficazmente su control. Y desdichadamente, tal situación se da con
mas frecuencia de lo imaginado en muchos sectores de la Administración Pública,
y que es la causa principal de la ineficiencia que retrasa el avance exitoso
del gobierno revolucionario.
¿A qué, a quien o a quienes, atribuir la inapropiada conducta de
aquellos funcionarios que incumplen sus responsabilidades laborales?
Indudablemente, hay que atribuirlo a los responsables directos de quienes
incumplen, y sucesivamente, a todos los responsables de la escala
administrativa ascendente. Pero, ¿Cuales serían esas sanciones aplicar? Bueno,
después de las llamadas de atención verbales seguidas de tres llamadas de
atención escritas debidamente archivadas
donde corresponda, se podría proceder a ponerlo a la orden de personal,
considerando su destitución.
Pero, ¿Que hacer cuando se trate
de malversación de fondos públicos, o de la repudiable sustracción de otros
bienes de la nación cuya cuantía se puede establecer? Comúnmente ocurre que
despiden al malhechor, dándole todo lo que le corresponde según la Ley; con lo
cual se le deja en libertad para que vaya hacer negocios con lo sustraído de
los bienes de la Nación. Siempre me ha parecido injusto sólo el despido, como
castigo; pero, injusto para los intereses colectivos de la nación, que al
interés colectivo de todos los venezolanos corresponde. De manera que, lo menos
que se debería hacer es despedir al funcionario convicto y confeso de
malversación de fondos públicos, que es corrupción.
Por el contrario, es necesario mantenerlo en el cargo, u otro cargo de
menor jerarquía, bajo estricto control funcionarial, al menos durante el tiempo
requerido para investigarle todas sus
posesiones y cuentas bancarios dentro y fuera del país, incautándole lo
suficiente para resarcir a la nación lo
sustraído, mas los intereses, calculados de acuerdo a los tasas activas
del Banco Central de Venezuela;
dejándole disponer sólo lo necesario para llevar una vida austera con sus
dependientes económicos.
Solamente después que haya saldado toda la deuda contraída
defraudatariamente con la nación podrá disponer de su ubicación laboral. ¿Os
parece muy dura la sanción'? Proponed otra pués.
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